Domingo 2 de Agosto
Ritzy's
La música era ensordecedora. El brazo de Cook me golpeó en la cara.
"¡Ay! ¡Torpe bastardo!” Le pegué en las costillas.
Él se acercó a mí. Y puso su cara de una jodida manera, cerca de mí.
"Ah, princesa. Cookie Monster solo quiere ser amable..." me acarició la mejilla.
Aparté su mano, luchando conmigo misma para no sonreír, sólo un poco. No me atrae. Quiero decir, estoy en el otro bus ahora, por así decirlo. Él está totalmente fuera de control. Lo opuesto a mí. Pero a veces, si no me importaría ser capaz de hacerlo y decir qué mierda, quiero. Preferiría estar muerta antes de decírselo a él, pero en secreto envidio a Cook. En un modo enfermizo, obviamente.
"Cook" Le di la desesperada mirada de hermana mayor. "¡Puedes calmarte un poco joder! ¿Podrías?"
Se rió como un maniático. "No me calmo una mierda, Naomi. Ya lo sabes" Él me plantó un beso húmedo en la nariz. "¿Segura, que no te tienta volver al ‘Tren de la polla?’” Me limpió su baba ¿"El tren de la polla"?
"Bueno, tal vez no" Cook tenía la mirada fija en alguien que estaba detrás de mí. Me giré. Emily estaba de pie allí. Sus ojos miraban fijamente dudosos. "Tu compañera lesbiana llama"
La miré y tomé su mano, poniéndola cerca de mí.
"Vamos a pasar por alto ese comentario". Le dije seriamente. "Sólo esta vez...” Y le di un puñetazo en la mejilla. "... Porque solo eres un maricón".
Cook se rió, su rostro estaba sudando por el calor y por el MDMA. "Está bien Naomikins", bebió un trago de cerveza y nos saludó. "Nos vemos después, lesbianas".
Emily frunció la nariz "¿Qué quería?" preguntó tratando de no parecer molesta por el hecho de que Cook estuviera coqueteando conmigo. Bueno, en su propia y retorcida manera.
"Nada, cariño". Puse mis brazos alrededor suyo, deslicé mi mano bajo su camiseta y le acaricié la espalda. "Vámonos y hagamos algún... sitio".
"¿Aquí?". Emily sonrió, mirándome dulce y suciamente al mismo tiempo.
"Aquí". Le tomé las dos manos y la empujé conmigo hacia el baño. Ella me siguió a través de unas siluetas al baño de las mujeres. Cuando llegamos a la puerta, la besé, muy suavemente, luego con firmeza encontrando su lengua. Emily gimió y empujó sus caderas hacia mí.
"Soy tan feliz ahora mismo". Dijo alejándose por un momento. "Si muriera esta noche. Me parecería jodidamente bien".
"A mí también". Y besé a Emily en la frente.
Vi a Cook asomarse por abajo de la puerta. Me sonrió, dijo "genial", silenciosamente, y me guiñó un ojo.
Agarré la mano de Emily y la empujé hacia la puerta.
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