Miércoles 19 de agosto.
En casa otra vez.
Abrí la puerta antes de que ella pudiera llamar, y por un segundo, nos quedamos mirándonos la una a la otra.
"Hey." dijo ella, seria. "¿Qué tal?"
"Mucho mejor ahora." dije, deseando que mis labios pudieran besar la mirada de su cara. "Ahora que estas parada delante mío."
"¿De verdad?" Naomi levanto una ceja. "Supongo que es bueno verte, también."
"Puta." dije, riendo y agarrándola por la camiseta. "Vas a tener que hacerlo mejor que eso."
Tire de ella para que entrara y cerré la puerta. Entonces me quite el vestido y me quede solo con el sujetador y las bragas.
"Usa tu imaginación." le dije, mirándola sensualmente. "Eres buena haciendo eso."
"Vale, veré que puedo hacer." dijo ella en voz baja, tiró de mi hacia ella y apoyándose, me beso. Cerré los ojos y sentí que sus manos rozaban mis tetas, sentí una corriente eléctrica en mi abdomen y en mis bragas. Ella se arrodilló.
"Vamos a quitarte esto." dijo.
Gemí mientras, ella separaba mis piernas y me empezó a lamer de la manera que me gusta, probando mis muslos hasta que llegó a mi clítoris.
"Lo estás haciendo muy bien hasta ahora." le dije sin aliento. "Sigue así."
Estuvimos en cada habitación de la casa. Follando en la mesa de la cocina, en el sofá de la sala, delante del espejo de la habitación de mis padres y en el baño, haciendo uso de la ducha, y de varios shampoo’s que había en diferentes botellas. En el momento en que llegamos a mi habitación estábamos tan cansadas para hacer algo, que nos quedamos abrazadas. Permanecimos en silencio durante un rato, simplemente estando juntas.
"Te amo, niña." le dije.
Ella me dio un beso en la cabeza. "Te extrañe muchísimo." susurró a través de mi pelo
"No quiero que nos separaremos durante tanto tiempo otra vez." le dije. Levanté mi cabeza y la miré. "¿Por qué no pasamos juntas próximo verano?"
"Me parece bien, amor."
Sonreí. "Y estaba pensando que nos podíamos tomar un año sabático e irnos de viaje. Tal vez durante dos años."
"¿La gente se va dos años antes de empezar la universidad?" preguntó Naomi, soñolienta.
Me acosté hacia abajo, poniendo mi cabeza en su pecho. "Si, por supuesto. Nos apuntamos cuando regresemos."
Pensé en los folletos que tenía abajo de mi cama, para viajar por el mundo: Sudamérica, Australia, Estados Unidos, el Sur de Asia. Tal vez incluso Rusia o China. Naomi y yo lo haríamos juntas. Seria esa clase de experiencia que une a las personas para siempre. Naomi se había quedado dormida, su pecho subía y bajaba rítmicamente. Típico. Estiré el cuello para besarla suavemente en los labios, luego la abracé.
Las cosas están funcionando con mi chica. Nada importaba más que eso.
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