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Emily - 6ta parte [Segunda semana]


Jueves 13 de Agosto.
De vuelta al hotel.




Me gasté veinte euros en el servicio de habitaciones y me acosté en la cama, esperando mi comida.
Me moví, incomoda: Algo duro estaba metido en mi bolso. Busqué en el fondo y mi mano encontró un objeto que me resultaba familiar. Mi teléfono. ¿Qué mierda?
Me quedé mirándolo, tratando de averiguar cuando lo había perdido, hice memoria y pensé en las veinticuatro horas anteriores. ¿Mi teléfono estuvo aquí? ¿Y quién lo puso en silencio?
Katie. La he visto hacer lo mismo con sus novios. Paranoica, puta cleptómana. Ella me robó el teléfono, esperando que Naomi y yo dejemos de estar en contacto.
No deberías haberte molestado, pensé. A Naomi obviamente, no le importa una mierda. A pesar de su juego desagradable, pensé en Katie vagando por Paris sola y miserable, prácticamente nublaron los pensamientos acerca de Naomi quien estaba desaparecida.
No puedo sacar de mi cabeza la imagen de ella llorando en el club. Katie nunca hace eso.
Ella es la confidente. La hubiese ignorado, pero empezó a decir cosas sobre Naomi otra vez.
La idea de mi hermana invisible se deshacía bajo mis pies.
Busqué en mis contactos el número de Naomi, pero la luz roja brilló y la pantalla se quedó en negro. Mi batería se agoto. Ni siquiera pude mirar los mensajes.
Gruñí por la frustración. Tendría que usar el teléfono para llamar a mamá. Me costaría una jodida fortuna, pero era una emergencia.
El teléfono sonó durante mucho tiempo. Estaba a punto de colgar cuando mamá contestó, sin aliento.
"Mamá, soy Emily."
"Hola, cariño..." ella sonaba confusa. "¿Qué pasa?"
"Katie ha desaparecido."

Una pausa.
"La has llamado por teléfono?" dijo mi madre.
"Su número está en mi teléfono y mi maldita batería está muerta." dije, obviando la verdad.
Mamá me cortó. "¿Qué has hecho ahora?"
"Nada. Tuvimos una pelea."
le dije. "Lo creas o no, no es mi intención joder a la alienígena Katie. Fui yo la que sugerí venir a Paris en primer lugar, ¡joder!"
"No digas malas palabras, cariño."
dijo mamá, calmadamente. "Sé que no estás haciendo nada deliberadamente. Pero tú la molestas y ella está vulnerable. Su confianza ha caído."
Una manera de hacerme sentir una mierda, mamá, pensé, cerrando mis ojos. Mierda. ¿Qué pasa si Katie hizo algo estúpido?
Oí a mamá decirle a papá que llamara a Katie a su teléfono móvil, luego me dijo, "Ok mira, quédate ahí. Ella probablemente regrese al hotel."
"Ok, voy a reservar una noche más. ¿Papá consiguió algo llamándola?"
"No, su teléfono está apagado."
dijo mamá. "Estoy segura de que estará bien. Seguiremos intentándolo."
"¿Mamá? Lo siento."
"Tengo que irme."
dijo rápidamente. "Te haré saber algo tan pronto como nos pongamos en contacto con ella."
Me senté mirando la cama de Katie. "Katie." susurré. "Vuelve pronto, perra tonta."

Me despertó el teléfono del hotel. Me senté, desorientada.
"¿Hola?"
"Emily, soy mamá. Katie nos llamó por fin."
"¿Qué? ¿Dónde está?"
Estaba completamente despierta ahora.
"Ella está en Paris aun." dijo mamá. "Sonaba un poco rara. Muy tranquila."
"¿Si?"
puse mis rodillas contra mi pecho "¿Que dijo?"
"Ella no volverá al chalet por un tiempo, dijo algo sobre tomar un desvío a Venecia. Aparentemente tu amiga Effy está allí con su madre."
mamá hizo una pausa. "Tengo que decir que me pareció muy raro... considerando lo que esa maldita niña le hizo a Katie."
"Si."
fruncí el ceño. "Muy extraño." No pude evitar sentirme un poco cabreada por el hecho de que Katie prefiriera pasar el rato con Effy - de todas las personas posibles- a que tratara de arreglar las cosas conmigo. "Ella debe tener sus razones, supongo. Lo importante es que esté bien."
"Exacto."
dijo mamá. "Ahora cariño, ¿A qué hora sale tu tren?"
Pensé por un momento. "Volveré mañana." dije. "Ya reservé otra noche aquí. Es mejor que la use."
"Claro. Bueno no estaré feliz hasta que las dos estén donde pueda verlas." dijo mamá. Suspiró. "Pero supongo que no sois más unas niñas."
"Volveré mañana por la mañana."
dije, "Tan pronto como pueda."
Colgué el teléfono y pensé por un momento. El drama había terminado. Vaca estúpida, pensé, maldita sea, tan típico de ti.
Necesitaba un buen baño caliente y algunos vasos de vodka. Me preguntaba si debía llamar otra vez al servicio de habitaciones, mientras miraba el teléfono. Entonces mis ojos vieron la tarjeta de Anna en la mesa. La agarré rápidamente con mis dedos.
Katie estaba viva. Naomi... no quería saberlo. Estaba harta de sentirme deprimida. No le haría daño a nadie si solo iba a tomar algo. Hice una llamada más.

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