Paris de Noche.
Faltaban cinco minutos para las nueve pero Anna estaba esperando ya, llevaba unos pantalones de terciopelo, una camisa hawaiana y un enorme sombrero. Debería haber parecido un desastre total, pero no lo era.
"Estoy tan contenta de que hayas venido." dijo, besándome en ambas mejillas. "¡Buenas noticias sobre tu hermana!"
"Si." dije con ironía. "Una rabieta, eso es todo."
Anna sonrió, tomándome del brazo.
"¿No tienes calor?" dije, y empezamos a caminar.
"Si, mucho." respondió ella. "Pero me veo bien ¿No?"
"Si, me gusta tu sombrero."
"Y a mí me gusta tu atuendo. Es adorable." dijo ella, yo tenía puesto un vestido de los años 50, de la fiesta de graduación. Una adición de último momento en mi equipaje de Paris, gracias a Dios. "Bueno, vamos a Violette, un club de lesbianas en Paris. Probablemente conseguirías entrar sin mí." admitió, mirándome de arriba abajo. "Pero tendrías que hacer cola."
Violette era purpura y palpitante. Dondequiera que mirara había chicas: Bailando, agarradas de la mano, riéndose, besándose. Nadie me miro como si yo fuera una farsante y no mereciera estar ahí. Me sentí relajada inmediatamente. No había miradas dudosas, o murmullos detrás de mí. Todo era normal.
"¿Te gusta?" gritó Anna, rompiendo mis pensamientos.
"¡Sí!" respondí. "¡Es genial!"
Anna me miraba encantada, como si le hubiera dado un regalo, y me tomó de la mano. "Ven, te presentaré a mis amigas."
Me llevó alrededor de la barra, y a través de una cortina bordada, a una habitación más pequeña e intima.
"¡Anna!" gritó una voz, que venía de un grupo de chicas que estaban junto a la ventana. Saludó con la mano y nos condujo a un asiento de terciopelo, donde había cuatro chicas bebiendo vino. Dos de ellas haciendo topless. Traté de no mirar.
"Hey chicas, esta es mi amiga inglesa, Emily. Emily estas son mis hijas." Ella me las presento una por una, pero solo me quede con la cara de Danielle, una chica bonita con un peinado afro y un pendiente en el pezón. Me senté y alguien me dio un vaso de vino.
Una tercera chica, pequeña que vestía un esmoquin de hombre, saco un paquete de un polvo blanco sobre una mesa lateral y lo cortó en seis rayas. Todas esperaron su turno pero yo me contuve. Yo me había metido coca, las vi a todas enrollando el jodido cartón.
"¿No te gusta?" me preguntó Anna, sonriendo y gesticulando al final de la raya. "Es muy pura." Dudé por unos segundos.
"Um. Esta bien. Gracias." Le dije, arrodillándome y de alguna manera conseguir algo para mi nariz.
Me senté en el asiento de la ventana, mirando feliz a mí alrededor. The Caves, con sus vasos de plástico con vodka y sus agresivas vidas heteros parecían un mundo aparte, pensé, mirando a una chica pequeña besando a una mujer realmente alta en la esquina.
Anna terminó la conversación que tenia con una de sus amigas y se arrodillo delante de mí.
"Bueno, pequeña Emily." dijo. "Tengo que mostrarte algo." se puso su pintalabios y me susurró. "Es un secreto." nos condujo a través de un pasillo de la habitación, y después por la salida de emergencias y subimos algunas escaleras.
La música se volvió cada vez más tranquila, hasta que llegamos a arriba, donde Anna abrió otra puerta y entramos. Las alfombras de carmesí, sofás de terciopelo, cortinas marrones que colgaban del techo. Rojo por todos lados. Como diría Naomi es como caminar por el infierno. Mierda. Naomi. No podía dejar de pensar en ella. Pero he tenido problemas por pensar en ella, porque parecía que escuchaba y veía todo tan agudamente. Me sentí como Alicia en el País de las Maravillas. Me eché a reír. ¡Cómeme!
Le eche un vistazo a Anna, quien sonrió y me toco el pelo, pero no podía decirlo en voz alta. La habitación estaba llena de gente desnuda, o casi desnuda, mujeres de todas las edades. La mayoría hablaba, se acariciaba o se besaba. Mis sentidos estaban saturados. Me sentí como si hubiera dormido dieciocho horas y pudiera bailar por siempre.
De repente Danielle apareció a mi lado, con las otras.
"¿Qué tal?" dijo Danielle, tocándome la cintura. "¿Te gusta estar aquí?"
Sólo sonreí estúpidamente en forma de respuesta. Ella miró por encima de mi cabeza a Anna y entonces sentí sus brazos rodeándome la cintura.
"Ven aquí." dijo Danielle, empujándome suavemente hacia un sofá cama enorme.
Cerré mis ojos. Pensé en Naomi. La alejé. Es solo una noche.
De pronto la música se apodero de los altavoces. Un ambiente de pop francés. Anna empezó a balancearse lentamente sacándose la ropa. Ella tenía unas tetas grandes, firmes y una pequeña cintura. No podía apartar mis ojos de ella. Se dio la vuelta y dirigió hacia Danielle.
Danielle estaba moviendo sus caderas, pasando su lengua por sus perfectos labios. Sonreí, mi corazón latía a mucha velocidad. No podía hacer nada. Podía mirar, eso era todo.
Anna estaba delante de mi otra vez, y sin aparte los ojos de mi, se lamio los dedos y los bajó así podría ver lo que hacía.
Me moví en mi asiento, mirando como sus dedos se movían rápidamente, En menos de un minuto ella estaba llegando, sus ojos se cerraron por unos segundos. Cuando los abrió otra vez, ella me habló. "¿Quieres hacerlo, Emily?" negué con la cabeza. De ninguna manera iba a engañar a Naomi. Como si pudiera leer mi mente dijo, "Esta bien, puedes mirarnos... si quieres." ella agarró la mano de Danielle y la tiro al suelo, donde empezó a quitarle la ropa suavemente. Miré a mí alrededor, pero a nadie le importaba una mierda. Estaban muy ocupados. Anna besaba a Danielle en el cuello, sus ojos estaban en mí, entonces ella bajó y empezó a rodearle los pezones con la lengua. Sentía que debía apartar la mirada, pero no quería. Anna se traslado a sus piernas.
Danielle puso su cabeza hacia atrás, su respiración se convirtieron en jadeos, Anna fue con más fuerza, poniendo sus manos en los muslos de Danielle y entonces ella llegó, una fina capa de sudor cubría su frente. Me di cuenta de que mi propia respiración había aumentado, y podía escuchar mis latidos en mis oídos. Cerré los ojos, y cuando los volví a abrir, Anna estaba mirándome. Ella sonrió.
"¿Te gusta esto, Emily?" asentí con la cabeza.
"Bien." ella le acaricio la mejilla a Danielle y las dos se vistieron. Después Anna se puso más pintalabios, y puso una mano sobre mí. "Vamos." dijo, "Pedimos comida."
Me puse de pie, temblando y mire a mi alrededor. Las otras estaban sentadas, hablando, y compartiendo platos de patatas francesas. Actuando como unas malditas amas de casa por la mañana.
Mi respiración se había vuelto un poco lenta, pero mi corazón seguía latiendo contra mi pecho. Me sentía rara. Anna y Danielle susurraban algo y me miraban a mi ¿Que mierda estaban diciendo? De repente sentí que esa gente no eran mis amigas. Anna no sonreía. ¿O estaba siendo sensible?
Me quede una hora más, hasta la medianoche, pero pase el tiempo mirando ausente alrededor, escuchando a las chicas hablar. Una vez o dos sentí la mano de Anna acariciando mi espalda, pero intentaba apartarme. Bebí dos vasos de vodka y empecé a temblar. Tenía que irme ahora. Estaba empezando a sentirme triste.
De vuelta al hotel, me quite la ropa y me metí en la cama sin molestarme siquiera en lavarme los cepillarme los dientes o quitarme el maquillaje. Pero no podía dormir. Me acosté mirando el techo, mirando las sombras que se reflejaban desde la calle.
Pensé en Naomi. Mi Naomi. Su pelo rubio, sus labios rosas, los sonidos graciosos que hacia cuando dormía.
Puse mis brazos bajo mi cabeza. Y de repente me sentí sola. Quería que mi novia estuviera conmigo en la cama. Mirando a Anna y Danielle; quería hacerle eso a mi niña.
No se lo podía contar a Naomi, nunca. No es su tipo de cosas. Ella se cagaría en toda esa gente del club. Este era mi secreto. Y no había hecho nada malo. Solo mirar.
Me di la vuelta en la cama, me acurruque debajo de las mantas y cerré los ojos.
De todos modos, pensé, Naomi no me devolvió ninguna de mis jodidas llamadas.
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